Hablar de nuestra empresa es hablar de evolución, es entender que el esfuerzo de quienes la iniciaron, no podía tener otro correlato que el de seguir creciendo. En un país tan joven como el nuestro y en el mercado de la construcción, diferenciarse es crecer, y diferenciarse es sinónimo de desafío. Con esa Visión planteamos las cosas desde 1948, con nuestro comienzo en la Ciudad de Buenos Aires. Pronto, en 1950 estábamos trabajando en Bariloche (Rio Negro) y en Cañadón Seco (Santa Cruz); y en 1954 en Resistencia (Chaco). Algunos lugares inhóspitos, otros con difícil acceso y logística compleja, sobre todo en aquellas épocas, donde pocos se atrevían. El paso del tiempo y el consiguiente cambio generacional, profundizó el análisis de nuestra Misión dando lugar a ampliar los objetivos dentro de la construcción incorporando las obras viales, las de ingeniería, y las concesiones de servicios. La incorporación y formación de equipos técnicos de jerarquía así lo permitieron.

Una trayectoria de 68 años y más de 500 obras ejecutadas y entregadas conforme a las especificaciones previstas, dan cuenta de nuestro trabajo. Colaborar junto a quienes nos convocan llevando adelante su idea, participando del desarrollo de sus proyectos ejecutivos y construyendo sus obras, hace que nuestros clientes confíen en nosotros prolongando la relación en el tiempo.

Hoy, con cada nuevo proyecto, asumimos el compromiso de cumplir con el rol social que implica generar trabajo y compartirlo con quienes tienen la misma misión: esto forma parte de nuestra filosofía. Asociarnos, sumar equipos y profesionales para lograr el objetivo de ver una obra concluida, es la forma de seguir jerarquizando nuestra tarea, dando confiabilidad, formando un entorno único y atractivo para trabajadores y empresas.

En otras palabras, seguimos hablando de construir nuestro futuro con pasión.